martes, 3 de mayo de 2011

El Anillo, crónica de una muerte anunciada.

El viernes amaneció temprano, Carlos Linares fue el primero en llegar, allí nos encontramos con ganas de efectuar el primer reconocimiento. Ya nos extraño lo que iba a convertirse en un fin de semana de despropósitos organizativos, entramos sin mucho problema en el recorrido sin que nadie nos preguntara nada, tampoco tenían que preguntarnos sólo era el Campeonato del Mundo.
Luego Pilcher e Hidalgo fueron los siguientes en el reconocimiento, todos unánimes un circuito ratonero. 


Viernes, reconocimiento del circuito
 Tras el reconocimiento, el tiempo hizo acto de presencia, había que limpiar las bicis del barro, ¿donde? pues en el pantano, y... ¿nosotros? pues...  en el pantano, luego nos enteramos que había "lugares habilitados" para tales fines. 

Las lagarteranas, blanqueando su ropa en el pantano.

 La tromba de agua duró una hora, tuvimos que refugiarnos en el coche hasta que mermara. Tras la lluvia fuimos a recoger los dorsales, allí vimos a una chica con el neopreno puesto y el pelo mojado hablando por teléfono, por lo que pude entender estaba algo cabreada con la infraestructura del anillo, posteriormente pude comprobar que se trataba de nada más y nada menos que de la Canadiense Melanie Mcquaid  campeona de los XTerra y nueva Campeona del Mundo en el Anillo.

Melanie Mcquaid. Foto gentileza de la gran organizadora, la FETRI
Tras recoger los dorsales, comenzaba la operación mono, Talla M, nos comentaban  que eran pequeñas, así que nos dirigimos a los "vestuarios" y sólo encontramos una seudo estructura de hormigón con unos compartimentos llamados duchas donde nos probamos el mono crujiente. Crujiente ya que cada vez que nos acercabamos el mismo hacia los hombros oíamos  chasquidos como si se fuera a desintegrar en el siguiente tirón, o las torrijas se alojaron en nuestras andorgas o era un poco chico.

Así que...¡niña dame otro¡, uno... que sea... más grande y más atético. Durante la operación Monos alguno de los triatletas compañeros nos peguntaban cuan shopper assistant  si le quedaba bien  mientras hacían movimientos pélvicos para adaptarlo a su cuerpo, madre mía, con lo fácil que hubiese sido mirar el rosario de datos que nos pidieron; talla, ancho de pecho, cadera y cintura, para que acabasemos en un puto cuarto de hormigón lleno de agua y barro probándonos el que iba a ser el mono de la roja.

Tema solucionado, eran casi las 5 de la tarde y todavía no habíamos comido, Carlos y yo estabamos exhaustos después de estos primeros coletazos del día, así que decidimos que el anillo había acabado para nosotros.

En el aparcamiento decidimos que era mejor dejar un coche, el de Carlos,  nos íbamos en el mío para así tener al menos un centro de operaciones donde dejar la ropa seca al día siguiente, en vista de lo increibles que eran las instalaciones. En el aparcamiento nos encontramos a Eugenio y Leonardo , comentándonos que se acababan de meter entre pecho y espalda un churrasco a la brasa, poniendonos los dientes largos y acelerando la partida hacia el Salón Imperial del Hotel Asturias.

Allí nos dispusimos fuera de horas y gracias a la gentileza de los propietarios  a comer algo, Menú: Ensalada y Churrasco a la Brasa, mientras llegaba, una hogaza de pan con aceite para mermar los apetitos voraces que teníamos.

Poco a poco fueron viniendo parroquianos, primero fue Peinado y su novia María, luego Eugenio y Pilcher con dos prendas que Tontxo les había facilitado, siempre fueron los enchufados del vasco, posteriormente el trío formado por Cesar Penalva, Fernando Godíno y Jose Julian (JJ),  que llegaron tarde ya que estuvieron de rebajas en Decatlon, llegaron repletos de juguetes.

El trio Decatlon
La sobremesa tranquila, cafe, historias, risas y expectativas para el día siguiente. Sobre las 21:30 llegó el más rezagado del grupo Servando con su colega Ricardo.

Hora de cenar, algunos pidieron Arroz a la cubana y huevo, pero Fernando Ultraman Godino hizo su propuesta que caló en el respetable; yo quiero dos, dos platos, de primero una sopita cargada de fideos y de segundo pollo a la brasa con guarnición de arroz, esta fue secundada por los demás. A las doce de la noche comenzó la operación siesta nocturna u operación cada mochuelo a su olivo.

A las 7 sonó el reloj Pilcher, Hidalgo y Berná eran los que comenzaban primero, así que fueron los más madrúgadores. Yo me uní con ellos para luego regresar a la habitación y leer un rato, volví a desayunar con Cesar, Carlos, Fernando y JJ,  regresé a la habítación hasta que llegará la hora de marcharnos,  recibí una llamada, era Leonardo su chip estaba en su macuto se le había olvidado, comenzaba la operación entrega de Chips, Carlos se subío conmigo en el coche, Penalva se encargo de llevar mi bici y fuimos rápidos para el anillo, durante el trayecto comentabamos la mala pata de Pilcher, el único que por derecho entró en el Anilllo y podía salir mal parado por un problema como este. Esperábamos que no.


Antes de salir hacia el corriendo para el Anillo.
La benemérita controlaba todos los accesos, por fín algo de organización, no nos dejaban entrar, les explicamos que un compañero estaba en la camara de llamada y sin más problema nos permitieron la entrada al Anillo. Estaban a punto de salir, le dímos el chip a una chica que iba detras de ellos para que voceara su nombre y se lo entregara, Pilcher estuvo fino y les pidio un chip nuevo, posteriormente nos contó que una mujer de  la organización muy tranquilamente  le contó que era la primera vez que le pasaba algo así, me pongo en su lugar diciendo; lo que quieras chavala pero quiero una solución, deja de repasar tu vida encontrando un caso similar, creo que no es difícil coger uno asociarlo a mi nombre... ¡que me llaman tía que me llaman¡.

Carlos y yo estabamos nerviosos, queríamos ver a Pilcher con un chip en el tobillo cuando saliera del agua, efectivamente lo hizo y salío cuarto, primer momento de emoción de las que nos quedaban por delante animando a los maduritos del Club.

Trás la salida del agua de Leo, vimos a Eugenio y nos fuimos cerca del aparcamiento donde podíamos ver dos puntos de paso de la bici. Nos unimos a los demás que tuvieron que dejar el coche lejos del aparcamiento, Penalva  trajo mi bici con habilidad al aparcamiento donde estábamos.


Esperando el paso del compañeros

Penalva haciendo malavares llevando dos bicis.
Comenzó el paso de los compañeros por el punto donde nos encontrabamos, animamos con todas las fuerzas, aquí perdimos la mitad de las que teníamos.

Leonardo

Uge adelantando

Sevando

Allí conocimos una pareja de Priego de Cordoba, él era Bombero y conocía a Servando de los Raids de Aventura, cada vez que pasaban los nuestros, les gritabamos animandolos, este chico solto un; no animeis tanto a Servando que lo vais a matar...,



estaban hechos unos leones cada vez que pasaban por nuestro lado apretaban y nos regalaban adelantamientos increibles.



Transición y carrera, de los compañeros:


LLegada:


 Después de su carrera llegaba la hora de Cesar, JJ, Fernando Godino Carlos, Peinado y Lofer, la verdad es que después de la emoción de ver a los compañeros ,quemamos energías para la carrera. Lo primero fueron los preparativos, colocar dorsal a la bici y al casco, poner el dorsal en el portadorsales para la cintura, comprobar los botes, geles y para boxes.


A Cesar se le ocurrió la idea de poner una mini cámara en el casco, así que la fijó con bridas y la camufló en el mismo, estamos esperando las imágenes.

Empezaba nuestro momento, estaba algo nervioso, el circuito estaba como un patatal, llego a la entrada de boxes última revisión del material y me doy cuenta que el chip estaba en el coche, otra vez el maldito chip. 

Me dirijo con el tiempo justo para ponerme el neopreno e irme a la camara de salida y calentar. Todo muy protolocolário, chicas con pancartas anunciando el grupo de edad y al fondo la salida, nos dicen que nos lancemos al agua, a mi derecha un chico me dice que el solo hace duatlones cross y que no nada mucho, bién, me muevo de sitio pero todo esta ocupado, algo de corriente, pensamiento: tengo que nadar hacia la derecha la corriente me llevará a la izquierda, salida.
Con el tiempo justo para dejar la mochila.
Desfile hasta el agua.
Salgo fuerte, bién me gustan las sensaciones,  de pronto un obus por detrás me golpea la cintura, quién cojones será el turriano, zas otro obus este en la espalda, noto su mano, intento momerme a un lado pero nada llega el tercero que me da cuando saco la cabeza a respirar éste me quita las gafas, agobio total, sigo e intento buscar unos pies para seguirlos será dificil orientarse sin gafas, cada vez que saco la cabeza no veo nada, las boyas están horizontales, el día está oscuro, los ojos empañados y borrosos del agua, no veo nada. Mi trayectoria va fatal, de mal en peor, me desplazo muchísimo de la línea buena, la que estas liando Lofer. Solución nadar con los ojos derrados y fijar un punto cada diez brazadas, concentración e intentar salir del agua lo antes posible.

Hasta el giro de la primera boya fatal, creo ver que voy el último, dios  nunca he nadado tan mal, poco a poco voy relajandome y adelantando a gente, bien parece que esto se entona, salgo del agua sin ver nada tengo la visión borrosa, poco a poco voy viendo algo, me dirijo a mi lugar en la bici, me quito el neopreno y el gorro, me pongo zapatillas y cuando me voy a poner el casco una mujer de la organización me indica que se me olvidan las gafas, las tenía en el cuello, bién el colmo del desproposito. Salgo tan rápido como puedo, demasiado alto de pulsaciones, con rábia contenida.

Paso de milindreces, voy a saco, los que pille bienvenidos sean, la parte para mí más dificil la primera, bajada peraltada y barro, salgo bién, me animo, voy a saco pillo el primero entre los pinos y lo paso así hasta pillar a 15 más o menos, voy enchufado recuerdo las palabras de Uge, donde decía que los Triatlones Cross con para hombres, je, sonrío y voy a más.



Primera zanja tengo a un giri delante, veo su trazada, creo que es la mejor lo sigo y se va al suelo y yo detrás, bién la primera caída de la jornada, me llevo su rueda trasera por delante. Si había reparo después de esto se acabó ya he probado a lo que sabe el suelo, me levanto y sigo rápidamente. Me gustan las sensaciones, entrada al tramo que bordea el Lago, sigo adelantando quiero pillar un grupo fuerte y quedarme detrás, se me va olvidando la salida. Este tramo hay muchas piedras, Pilcher y Uge nos recomendaron irnos a la hierba así lo hago, esto me facilita la trazada y dejo a gente atrás que siguen el surco hecho por los demás. 

Primera vuelta finalizada comienza la segunda .Tras pasar por el tramo cerca del aparcamiento, empiezo a notar como el pedalier izquierdo tiene holgura, parecido a las bicicletas de spinning,; ¡dios que es esto¡, va a más. Me paro e intento inutilmente apretarlo con el dedo y nada, sigo hasta que se queda abajo, no ahora no, no puedo pedalear, ¿y ahora qué?, me quedan 6 km para llegar a meta, ¿me retiro?, comienzo mi carrera particular, que desastre, si esto llega a pasarme en una prueba para la que llevo entrenando todo el año me da algo. Busco la mejor solución, empiezo a pedalear con la pierna derecha  replegando la otra hacia atrás, primera bajada, tengo que hacerla sentado y la cosa se complica, casi me voy al suelo. Subida, me bajo y comienzo a correr con la bici a cuestas. Me desespero, de nada me vale, así que paso a paso. 

Así hasta que entro en la zona del lago, se hace una tortura, tengo que coger la zona más dificil para no molestar a los que me pasan, dios uno tras otro, después de adelantar..., paso de historias; mi objetivo es llegar y terminar. Es dificil correr con unas zapatillas tan duras. Bién, veo una cara conocida Carlos, me ofrece su ayuda, pero de nada sirve que se pare yo ya estoy fuera y el va genial; le comento que siga. Vuelvo a ver compañeros como me pasan no les digo nada, están enchufados. Otra cara conocida, Servando, me comenta que sabía que algo me pasaba, estaba tardando en pasar, me acompaña un rato por la parte de arriba, animándome, me vino bién su apoyo, estaba empezando a cabrearme con la situación.


 Llego a las inmediaciones del Anillo veo a Uge y Leo, otro subidón de apoyo. Subo el repecho y me monto en la bici en la parte llana y pedaleo con una mala leche encima terrible paso a uno, me noto que no tengo muchas fuerzas la carrera va a ser piano piano.

Transición y comienza la carrera, noto el descanso de los pies, pero la pierna derecha la tengo hipercargada,  me pongo a pensar, que rabia todo pudo salir mucho mejor, ritmo patatero, pero de nada sirve me quedan seis kilómetros para llegar a meta, así que silencio mental y objetivo llegar.

Carrera
Aunque está carrera llego de regalo y no entraba en los planes, he experimentado la impotencia que se sufre cuando las cosas no salen como uno planea. 

A pesar del fin de semana de lios, fuimos Los Señores del Anillo:

Penalva: La fuerza
Carlos Linares: La Técnica.
JJ: La ilusión
Servando: La Experiencia.
Eugenio: El gran deportista humilde
Peinado: El Action Man
Leonardo Pilcher: El gran estratega.


Fernando Godino: El ultraman Aventurero.
Al final un fin de semana donde hubo de todo, sonrisas y lamentos, me quedo con la compañia como siempre inmejorable, un mono, una medalla, una bici y otro sueño.


4 comentarios:

  1. Y los pelos como escarpias de los que leemos tu crónica, hermano nos quedamos con los problemas superados, nada de retirada dos h****os y para adelante, algún día te acordarás de lo mal que ibas y que seguiste, enhorabuena crack!! PAra cuando sacas el mono a paseo?? Yo tengo pinturas de dedo en mi casa para pintarte el apellido quieres?? 1 abrazo

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  2. Idem. Menuda crónica. Estas carreras son necesarias para aprender y para disfrutar las que salen perfectas.
    Juan Antonio QPin Qpan

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  3. Enhorabuena mostro.....eres un crack (Carlitos)

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  4. Menudo apocalisis!!!

    Como bien dices, siempre hay que sacar lo positivo de toda circunstancia vivida, no abandornar, los compañeros y sobre todo el espíritu de superación que has demostrado.

    Ya vendrán carreras en las que salga todo a pedir de boca.

    Gracias por la crónica.

    Javi Ruiz

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