viernes, 1 de febrero de 2013

Lucha mental

 

Martes 16:15, la vida pasa rápido, frustración, miedo, recuerdos, todo en una micra de segundo y ahora que, siempre pensé que alguien velaba por mí, GRACIAS, te sigo debiendo unas pocas, no te olvido.

Una semana llena de fantasmas que hay que superar, la mente es poderosa y la vida irónica, te pone en el mismo sitio y a la misma hora, como en la película del día de la marmota, hasta aquí este mini fragmento más intenso en mi mente, difícil de relatar con simples y alocadas palabras.

(REBOBINO)
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 Domingo 10:00, La familia #theClub  comienza un nuevo reto, MM de Almería, ritmo: incierto, dudas: todas, consigna: vencer a mi cabeza. Tenía ganas de batir mi marca 1:26:41, ritmo de crucero 4:05 min/km para superarla, como siempre los primeros kilómetros alocados, sigo sin entender para que narices estan los cajones de salida, al final sales más atrás de lo que quieres, pronto encuentro a un grupo que me gusta y veo a tres guerreros de Puente Verde. Miro el reloj y 3:50 min/km, me quedo.


Entra algo de agobio, de duda, tenía muy presente los ritmos marcados por el Sr Miyagi (Jorge Ortega), las pulsaciones rondaban 170 ppm, mis piernas no estaban muy allá después de la salida de 2 h30min y la semana de fuerza resistencia con pesas en el gym. Pero necesitaba forzar desprenderme de historias que no me dejan dormir, soltar peso después de esa semana diferente.

Tuvimos la suerte de pillar a la 1ª Cia de la Legión, marcaron un ritmo ideal durante 13 km, sub 4:00 min/km, lo más llamativo eran los ánimos que recibían en los cruces con la gente, ¡vamos mi primera¡, eran los rock star del ejercito, no he llegado a indagar sobre ellos pero seguro que bien merecían tantos honores.

El viento soplaba de vicio, había que reguardarse al máximo, hubo un momento que reconocí a Julián el compañero de curro de Jenn, uno de los tres guerreros del Club de Puente Verde con los que compartí carrera durante un buen rato,  presentaciones de rigor y saludo rápido, el ritmo no dejaba para más, hubo un momento que cambiaron el ritmo, tenían la carrera perfectamente ideada, pienso, me voy con ellos hasta donde llegue.


El muro hizo acto de presencia en el 19,5 km, mis piernas dijeron: macho hasta aquí hemos llegado, los tres guerreros de Puente Verde se me iban, se me fueron.  Los últimos km fueron de tostoneo total, descolgado y con unas ganas tremendas de terminar. miro el reloj y marca 1:19 ufff, asumo que bajo mi marca, no me quiero rendir, pero me faltan piernas, no puedo bajar de 4:00 min/km, imposible. 



Recta final de meta, veo el marcador aprieto al máximo, conseguido, 1:23:15, reto conseguido, he soltado lastre, no hay como una carrera para limpiar el cuerpo y el alma.

Tras la carrera comida familar, de #theClub. Un placer, gracias por estos ratos, cada día los valoro más.





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