Fragmentos: Ilusión.

...esos momentos son especiales, diferentes, únicos. Los proyectos mentales dan paso a la realidad, ya no sirven los inventos, las sensaciones ilusorias, todo eso forma parte del pasado, el día siguiente todo será real, muy real, era el momento de evocar los últimos sueños, recuerdos y caer rendidos por el sueño.

Esa noche nos despedimos, fue una despedida con disculpas, la mañana siguiente nos levantaríamos diferentes, silencio, ilusión aderezada con algo de miedo, incertidumbre, sensaciones dificilmente descriptibles pero muy perceptibles por el cuerpo. Quizás el debutante nos miraba con sorpresa, intriga, asombro, se le veía  tranquilo, a ratos nervioso, preguntaba, deseaba cumplir sus sueños, disimulaba sus dudas, era su momento, estaba donde quería estar, nunca jamas lo volvería a repetir, lo sabíamos y por eso lo observábamos con envidia, era el reflejo de batallas pasadas, venderíamos nuestra alma al diablo por volver a sentirlo.