Fin de semana de sensaciones encontradas, vuelta a la que fue mi casa durante el pasado año, mi cabeza estaba llena de recuerdos y sensaciones.Coincidí con algún alumno que recordaba aquel que les calentaba la cabeza con mantras sobre el esfuerzo y vivir bajo la mierda. Me alegro de saber que les va bien y que progresan con ilusión por la vida.
En cuanto a la prueba, el fin de semana se presentaba lleno de dudas sobre todo por el tiempo, preparados estábamos, habíamos entrenado lo suficiente para acercarnos a las 5:00 horas de competición, pero nunca salen las cosas como se planean, ya que siempre se quiere más y mejor.
Me quedo con la lectura de seguir y fortalecer la mente, hubo dudas, fue la primera vez que sinceramente pensé en retirarme, pero el show debía continuar, esta vez analizando sensaciones y pensando paso a paso como cruzar la meta, nada de tiempos, solo llegar, en medio los cruces con la gente de TriGranada, cuando estas "fuera" te das cuenta de otras muchas cosas, ahora entiendo a Chico, te das cuenta de la verdadera fiesta del Triatlon, organización, familiares animando, compañeros guerreando para arañar tiempo al crono, sacrificio, lucha, sonrisas y dolor mucho dolor.
En cuanto al desarrollo de la prueba, el segmento del agua muy tranquilo, deslizando, sin subir de pulsaciones absolutamente nada, grandísimas sensaciones, controlando en cada momento lo que quería hacer, había margen para ir más rápido, en contra el frío, miedo me da pensar como estará el agua en Bolton.
Transición rápida, manos y pies congelados, en la carrera hacia la salida de boxes acelero más de la cuenta, el objetivo era no subir en bici de las 160 pulsaciones por ello debo temporizar bastante en los primeros compases de la carrera para no subir de pulso, aprovecho para comer, veo a Linares, nos acompañaríamos hasta casi el final.
Poco a poco vamos agrupándonos compañeros del club, Hidalgo y Wence. Mucha tranquilidad y ritmo piano, pulsaciones alojadas entre 140 y 150, tras cruzar la autovía dirección a Ojén, noto como mi gemelo comienza a resentirse, pero sentado no noto tanto el dolor. Lástima que no pudiera apretar algo más tenía las sensaciones ideales, paso por la curva que el año pasado casi me voy fuera, malos recuerdos, a ver que tal la bajada, no quiero ir clavado pillando frenos. Coronamos y bajo rápido con confianza parece que el susto no ha durado más de un año.
La segunda vuelta más de lo mismo, cuando intento levantarme para mover la bici, dolor. Se levanta algo de viento sobre todo en la realización del bucle. Intento agacharme lo más posible, tengo el gemelo destrozado, sobrecargado, nada más, empiezo a pensar en la carrera, empezaremos despacio, paso a paso.
Cuando comienzo la T2 noto como las voy a pasar canutas para correr y así fue la primera vuelta, un suplicio, llegando a la zona de meta, me paro, he decidido abandonar, me cruzo a la acera contraria y veo a Sabina y M Mar, me animan, les pregunto frustrado, ¿que hago?, me aconsejan que pare que no vale la pena romperse, me hago un hueco en la acera, derrota total, así me siento, horas de entreno, sacrificios para terminar así, pasa Servando, me mira con cara de "killo que pasa". Mas tarde veo pasar a Luis Castro y a Jero con paso vacilón, me ánimo, ¿me voy con ellos?, salto como un resorte de la acera y comienzo a correr, bueno a hacer el robocob, se me van, imposible seguir su ritmo, ya he salido y no paro más.
Al final llegamos a meta como se pudo, agradecido a los elementos cada centímetro de avance, me fundí en un abrazo con Josete y Sabina, más tarde con Hidalgo y MMar, lágrimas, esta vez de alivio.
Como siempre lo mejor de llegar es encontrarte con con los amigos, con los que te abrazas y comentas los momentos. TriGranada se hace grande poco a poco, cada día más calidad tanto deportiva como humana.
Pese a lo místico que pueda sugerir una situación de esfuerzo y el hecho de no abandonar, sinceramente debo de plantearme y preparar la cabeza a parar cuando la situación lo requiera, no pasa nada si un día no es tu día, no pasa absolutamente nada, simplemente se debe asumir que siempre hay un límite, yo ya he probado en numerosas ocasiones que el mental es más amplio que el físico, igual que planteamos la alimentación, memorizamos el recorrido concienzudamente e hilamos estrategias para marcar el objetivo, debemos prepararnos a parar cuando no sea positivo seguir, en esa estamos, seguimos aprendiendo.
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